A los veintiún años se piensa en los jóvenes que intentan cerrar el ciclo de la educación tras cinco años de estudios universitarios, lo que representa quizá sólo una pausa para volver a zambullirse en los libros que den paso a la maestría.
Ese fue el caso de Óscar Bonilla quien en el año 2017 recibió una llamada que lo confirmó en el oficio de la literatura a pesar de estudiar la licenciatura en Derecho.

El premio que lo impulsó
En la llamada lo anunciaron ganador y le dijeron, lo esperaban en la Ciudad de México, en el Ateneo Español, para otorgarle el prestigiado Premio Internacional de Cuento Juana Santacruz.
“Las vías del tren” de Bonilla, de tan sólo una cuartilla, compitió con cientos de obras realizadas sin duda por autores más experimentados pues la convocatoria está abierta para literatos de cualquier edad y cualquier país de habla hispana.
Vocación y sensibilidad en sus obras
No obstante, la sensibilidad con que abordó el tema de las desapariciones forzadas llamó la atención de quienes encontraron un refugio en México luego de experimentar los horrores de la guerra civil española. Lo mismo le ocurrió con “Los veranos con Emilia”, ganadora del Premio Nacional Juan Rulfo Primera Novela en el año 2020.
En busca de una editorial
Ahora, Óscar Bonilla busca una editorial nacional que proyecte su trabajo no sin antes agradecer el apoyo de gobiernos locales y las editoriales independientes que han publicado sus obras, entre ellas “Norte folk”, editada en 2023 por el Instituto de Cultura del Estado de Durango (ICED).
Primer contacto con la escritura
“Comencé a interesarme por la literatura cuando era niño. Siempre me interesaron los libros y leer, pero comencé a tener curiosidad por escribir cuando estaba en la secundaria; un profesor nos dejó la tarea de escribir un cuento. Fue la primera vez que intenté escribir. Me gustó el resultado, me gustó escribir, y en la universidad acudí a un taller literario”, explicó.
Seis libros en construcción
Una doble vocación: derecho y letras. Bonilla con 29 años disfruta de la formalidad del trabajo. Como abogado se interesó pronto en el recurso del amparo y litiga causas mercantiles. Y con la misma pasión continúa el desarrollo de su lenguaje literario. Actualmente mantiene seis libros en construcción simultánea.
Reconocimientos literarios
“Por fortuna me ha ido bien en ese sentido, y el primer premio en el que concursé tuve la suerte de que lo gané y me sirvió mucho como una motivación para continuar en la literatura, fue el Premio del Ateneo Español en México ‘Juana Santacruz’, y fue por el cuento ‘Las vías del tren’, que trata el tema de las personas que desaparecen por las acciones del crimen organizado pero abordado con un ángulo fantástico”, comentó.
“El segundo fue el Premio de Novela Juan Rulfo que otorga Bellas Artes por una novela breve llamada ‘Los veranos con Emilia’, que también toca el tema del crimen y la desaparición pero éste a través de un relato de adolescencia, de iniciación sexual, de exploración que se da en la juventud”, agregó.
Formación literaria y talleres
En busca de su profesionalización, Bonilla ha debido buscar maestros e instituciones que le permitan ampliar sus conocimientos literarios.
Primero a través de talleres presenciales tanto en la región como en la Ciudad de México, y posteriormente mediante el contacto virtual en plataformas digitales. Por ello consideró necesario el respaldo institucional en la formación de escritores jóvenes.
Falta de apoyos en la región
“Hay pocos talleres en la ciudad pero hay talleres que han surgido por iniciativas a veces individuales, de personas que tienen librerías o por universidades, pero sí hace falta más apoyo para que los jóvenes que se interesen por la literatura tengan recursos para formarse, que se les dé orientación respecto a cómo participar en las becas, quizás, en los concursos, porque muchos no saben que existen las convocatorias o como postular”, expresó.
“Faltan programas de difusión y podrían ayudar más a los jóvenes, para que surja más talento lagunero que sin duda ya lo hay y que ha comenzado a surgir a partir de los años noventa, sobre todo, aunque hay escritores anteriores. El internet ha ayudado a que más personas de la región se den cuenta de estas iniciativas pero la mayoría vienen de ciudadanía”, agregó.
Experiencia con la UNAM
Bonilla tuvo la oportunidad de participar en la tutoría de novela que organiza la UNAM a través de un taller que dura un año. Y apuntó que la convocatoria la vio en internet.
Fue así como accedió a clases gratuitas con tutores de primer nivel que acompañaron a los estudiantes en el proceso de escribir un libro. Esto, dijo, podría replicarse en la ciudad de Torreón, donde tiene su residencia.
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