La comunidad de Tlanepanco fue escenario tradicional de la primera ofrenda dedicada a San Miguel Arcángel, marcando el inicio del Xantolo, la celebración más significativa de la región huasteca. Las familias se reunieron frente a la iglesia para llevar a cabo un ritual con copal ante el altar instalado en la explanada, dando así la bienvenida simbólica a las almas de sus seres queridos.
Esta actividad forma parte de una tradición ancestral en la que se recibe a los difuntos con altares adornados con un mantel de manta, flores tejidas, alimentos, bebidas, pan, chocolate y otros elementos que reflejan el cariño y la devoción hacia quienes ya no están en este mundo. Las familias guían a las ánimas hasta lo que fue su hogar, en un acto comunitario que reúne a toda la población en torno a la fe, la memoria y la convivencia.
La delegación de Tlanepanco, junto con las familias, organizó la celebración en la explanada de la iglesia, donde no faltaron los cohetes anunciando el evento. La música de viento en vivo y el fervor familiar impregnaron el ambiente, manteniendo viva una costumbre que persiste en la mayoría de los hogares huastecos. Al finalizar, los asistentes compartieron un tapataxtla y zacahuil, platillos tradicionales que sellaron la jornada de unidad y celebración a manera de convivencia y fraternidad.
También como parte de las festividades se realizaron bailes con cuadrillas de adultos, reuniendo a todas las familias católicas de esta localidad en la Huasteca Hidalguense.
Mientras tanto, en la zona centro de Huejutla, dio inicio la construcción del centro ceremonial en la Plazuela 21 de Mayo, cuya temática para 2025 será el maíz. Se prevé su inauguración el próximo 30 de octubre, y los materiales utilizados en su elaboración serán reciclados, como otates, tierra y palmeras.
El ángel que abre las puertas
La celebración del Día de Muertos en la Huasteca, conocida como Xantolo, se extiende desde finales de octubre hasta principios de noviembre, aunque formalmente comienza el 29 de septiembre, coincidiendo con la Fiesta de San Miguel Arcángel.
Según la creencia popular, ese día las puertas del cielo se abren y las almas inician su regreso al mundo de los vivos. San Miguel, considerado el guardián de esas puertas y vencedor del demonio, es a quien se le pide permiso para que los difuntos puedan bajar a su fiesta.
A partir de esta fecha, las familias comienzan los preparativos: purifican sus casas con copal, rezan para pedir autorización divina y adquieren los insumos para la primera ofrenda, que debe incluir tamales y café.
El Xantolo continúa con una secuencia de fechas simbólicas: el 18 de octubre, Día de San Lucas, se ruega por quienes murieron en desgracia; el 28, en honor a San Judas Tadeo, se compran veladoras.
Luego se da paso al 30 de octubre fecha en que según la tradición se prepara el altar; el 31 se recibe a los “angelitos” con pétalos de flor de cempasúchil; el 1 de noviembre, Día de Todos Santos, se ofrenda con tamales dulces y golosinas
En tanto el 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, se honra a los adultos con tamales de chile, bebidas y objetos personales; y finalmente, el 30 de noviembre, Día de San Andrés, se despide a las ánimas con la última ofrenda y el levantamiento del arco.