Los fiscales federales encargados del caso contra Sean 'Diddy' Combs en Nueva York pidieron este martes al juez Arun Subramanian imponer una sentencia no menor a once años de prisión.
Según la acusación, el rapero y productor de 55 años habría ejercido “décadas de abuso” y comportamientos delictivos que dejaron profundas secuelas en sus víctimas.

En una carta enviada al juez, el equipo de la fiscalía señaló que durante el juicio, que se extendió siete semanas, se presentaron pruebas suficientes para demostrar una conducta sistemática de violencia y explotación.

Aunque Diddy fue absuelto de los cargos más graves, como tráfico sexual y crimen organizado, en julio pasado fue declarado culpable de transporte para ejercer la prostitución, delito por el que ahora enfrenta la inminente condena.
La cantante Cassie Ventura, ex pareja del músico y testigo clave del proceso, dirigió una nueva carta al tribunal en la que recordó la violencia física y psicológica sufrida durante su relación. “Todos los días tengo pesadillas y sigo necesitando tratamiento psicológico para lidiar con mi pasado. Me preocupa que Combs o sus cómplices vengan por mí o por mi familia”, escribió.
Ventura añadió que el rapero “no tiene interés en cambiar o ser mejor persona” y lo describió como “el mismo hombre cruel, hambriento de poder y manipulador que siempre ha sido”.
A su testimonio se sumaron otros allegados, entre ellos una ex asistente que declaró bajo el seudónimo de “Mia” y los padres de Cassie, Regina y Rodrick Ventura, quienes insistieron en que la sentencia refleje “la gravedad” de los delitos cometidos.
La fiscalía subrayó que casos similares en los que se recurrió a la violencia y al control psicológico sobre las víctimas han derivado en penas superiores a los diez años de cárcel. Además, advirtió que Diddy no ha mostrado arrepentimiento alguno, justificando su conducta como “relaciones mutuamente tóxicas”.

Por su parte, los abogados de la defensa solicitaron al juez que la sentencia no supere los 14 meses de prisión, un periodo que el artista prácticamente ya habría cumplido desde su detención en septiembre de 2024, cuando fue recluido en un centro penal neoyorquino.
La sentencia contra Sean Combs será dictada este viernes y se perfila como uno de los fallos más significativos en el debate sobre la rendición de cuentas en la industria musical estadounidense.
jk