Unos diez médicos y enfermeras que fueron despedidos el martes pasado en el Hospital General de Lerdo sin aviso algunos al concluir su contrato luego de 14, 10, 7 y 5 años de antigüedad, mantienen bloqueado el Periférico de ambos sentidos para exigir su reinstalación.
El bloqueo comenzó a las 8:30 de la mañana por este grupo reducido de ex trabajadores entre hombres y mujeres, quienes acusan al gobierno de Durango de actuar de manera arbitraria al no cubrir los protocolos mínimos de ley, ya que debieron haberlos notificado con 15 días de anticipación.

En tanto, elementos de Tránsito y Vialidad trabajaban para orientar y desviar al tráfico vehicular por vías alternas, aunque esa suerte no la tuvieron los primeros tractocamiones que se vieron varados desde que comenzó el bloqueo.
Desde pandemia se mantenían a base de contratos temporales
Alejandro Parra Quiroz, vocero del movimiento, añadió que muchos de ellos fueron contratados durante la pandemia del Covid-19 y desde entonces se han mantenido a base de contratos estatales que primero fueron de seis y al final pasaron a contratos de tres meses, en lo que algunos desde el viernes solamente fueron llamados los teléfono para decirles que ya no se presentaran el lunes.
Los inconformes dejaron en claro que la medida no ha afectado la operación del Hospital General, ya que han dejado libre la circulación al área de Urgencias y no han bloqueado el acceso principal.
Señalan que entre los dados de baja hay radiólogos que estaban asignados a la Unidad Médica de Especialidades Médicas para el Detección y Diagnóstico del Cáncer de Mama (UNEME DEDICAM) ubicada en Gómez Palacio, lo que resulta una incongruencia que en el Mes Rosa las den de baja.
Añaden que están dispuestos al diálogo, pero lamentablemente hasta este momento ninguna autoridad se ha acercado a pedir un encuentro y menos a ofrecer soluciones a su planteamiento que es la reinstalación en sus puestos de trabajo en los que se mantuvieron desde 5 hasta 14 años.
El entrevistado señaló que no son sindicalizados, que desde su ingreso han venido renovado contratos temporales y que su mayor enojo es que no hubo un aviso formal, ni legal respecto a la terminación de su contrato cuando han dedicado muchos años al servicio de la salud.
aarp