Con una riqueza cultural que se manifiesta en su gastronomía, tradiciones ancestrales, artesanías y el trabajo incansable de sus artesanos, Oaxaca se erige como un pilar fundamental de la herencia mexicana. A través de sus colores, sabores y texturas, este estado nos conecta con un pasado milenario que sigue vivo en el presente.
Gastronomía de Oaxaca: historia, sabores y herencia
La gastronomía oaxaqueña, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2010, refleja la diversidad y la historia del estado. Platillos elaborados con chiles, especias y técnicas ancestrales son un testimonio vivo de las culturas zapoteca y mixteca materializadas en comida.
Desde la cocina tradicional hasta la alta cocina, Oaxaca ofrece una experiencia culinaria amplia y rica. Restaurantes como Los Danzantes Oaxaca (estrella Michelin 2025) y Las 15 Letras (estrella Michelin 2024) exponen internacionalmente la comida típica de Oaxaca de manera magistral.
Entre los platillos más emblemáticos se encuentran las tlayudas, los tamales de hoja de plátano, el tasajo, el quesillo, los chapulines y el mole negro, preparado con chiles exclusivos de Oaxaca. Cada uno de ellos preserva las raíces identitarias del estado.

Tradiciones culturales: la celebración de la identidad oaxaqueña
Las tradiciones de Oaxaca son un puente entre pasado y presente. Por ejemplo, la Guelaguetza, la máxima fiesta del estado, recibió en 2025 a más de 144 mil visitantes (según datos de la Secretaría de Turismo de Oaxaca), consolidándose como una de las celebraciones culturales más importantes de México.
Nosotro vivimos otra tradición muy representativa: “La Calenda”, un desfile festivo con raíces prehispánicas que se remontan al siglo XVI, que se encarga de encarnar la alegría de las comunidades oaxaqueñas: danzas, música, colores, “marmotas” (esferas de tela decoradas), los “monos de Calenda” (figuras gigantes de cartón) y cohetes que anuncian la fiesta.
Este tradicional desfile suele acompañar fiestas patronales, bodas o eventos comunales, y su esencia radica en la participación colectiva, donde niños, jóvenes y adultos oaxaqueños se unen para honrar sus legados ancestrales.

Artesanías de Oaxaca: ingenio, identidad y patrimonio vivo
Las artesanías oaxaqueñas son un símbolo materializado de la identidad mexicana. De acuerdo con Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), Oaxaca cuenta con más de 70 mil artesanos, muchos originarios de comunidades indígenas.
La alfarería, como la cerámica de barro negro de San Bartolo Coyotepec, con técnicas que datan de hace más de 2 000 años, se distingue por su creación tan compleja y artesanal, brillo negro y delicadeza única.
Las esculturas de madera pintadas en colores vibrantes al estilo “alebrije”, surgieron en Arrazola gracias a artesanos como Manuel Jiménez. En su casa museo, su hijo Isaías Jiménez continúa la tradición.

Turismo y destinos imperdibles en Oaxaca
Oaxaca no es únicamente cultura y tradición, también es: destinos extraordinarios. Visitamos la costa oaxaqueña, las playas de arena dorada y olas perfectas de Puerto Escondido atraen a surfistas de todo el mundo y a quienes buscan un ambiente relajado y auténtico; mientras que Huatulco deslumbra con sus nueve bahías de aguas turquesa ideales para nadar, bucear o recorrer en lancha.
Oaxaca es un recordatorio de que la identidad mexicana está intrínsecamente ligada a sus raíces ancestrales. Cada platillo, danza, textil y alebrije cuenta una historia de resistencia, creatividad y comunidad. Al visitar Oaxaca, no solo se recorren sus paisajes o se degustan sus sabores; se emprende un viaje al corazón de México, donde el pasado y el presente se entrelazan para recordarnos quiénes somos.

RRR