En estos día fui a cuatro festejos del Día del Niño y a dos festivales del Papalote.
Me asomé a un mundo infantil muy diferente, más sencillo (contra lo que pensaba) e igualmente divertido.
Me llamaron la atención dos cosas, la búsqueda de identidad, por parte de los adultos organizadores de estos festejos, como elaborar papalotes a mano con carrizos, engrudo, papel de china y cordel.
Y la forma universal de entretenimiento en la infancia.
Fui más allá de las suposiciones y las generalizaciones, en el Centro Cultural "R. Mijares" Alicia me explicó: "hace un año batallamos para que los niños se quedaran jugando a la lotería, entonces inventamos estas cartas gigantes con cuatro figuras y los niños jugarán con una perinola qué da premios a todos".
Vaya lección, los adultos tenemos que entender que es necesario adaptar nuestros paradigmas, adecuar nuestros recuerdos a las referencias de los niños de hoy.
En la biblioteca de La Flor de Jimulco ví a los niños en el jardín en busca de los huevos de Pascua, algo desconocido para mí todavía hace poco, ellos felices, quizá porque sabían que los huevos estaban rellenos de confeti.
En el Jardín de Niños "Nicolás Bravo" ví a muchos pequeños felices, corrieron por mucho rato y veían sus papalotes en el aire...de pronto un niño llegó corriendo a mí, se detuvo, me extendió el cordel de su Papalote y me dijo "¡te toca!" me regresó a la infancia... por supuesto que corrí y me emocioné al ver volar el papalote prestado.
Después todos recibieron un bolo.
En el Centro Cultural La Jabonera vi a muchos niños contentos por convivir, correr, jugar, recibir un bolo y llevarse a casa un Papalote.
Fueron días de muchos reencuentros con mi niñez, y fui testigo de como hay profesores jóvenes, talentosos, que disfrutan su trabajo y sonrieron ante el espectáculo del Mimo Sammy, igual que sus alumnos, y regresaron a las aulas felices con sus alumnos de la escuela "Sertoma 1965", de la Rinconada.
Que el Día del Niño se repita y que nos sigan invitando del IMCE Torreón para correr, reír, brincar, con los pequeños que saben disfrutar con cualquier cosa, pretexto y color... como los niños de La Flor de Jimulco con los regalos que les dieron los muchachos del Instituto Municipal de la Juventud, que estaban muy contentos de su acción, o el centro de Torreón...que la niñez nunca termine.