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¿En verdad robaron al museo?

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  • Ángel Reyna

Que no fue robo hormiga de piezas valuadas en 93 millones de euros, o serían 80, o quizá menos ¿por qué nadie sabe? La policía económica de Londres, dicen The Times y The Telegraph, que los policías dijeron: se despidió a un empleado del Museo Británico, uno de los más grandes, visitados e importantes del mundo por robos de distintas piezas guardadas en bodegas a donde solo se da acceso a académicos e investigadores.

Lo chistoso continúa: como en la película de Guiseppe Tornatore, “Estamos todos bien”, donde un empleado le dice a Marcello Mastroianni, la persona que usted busca no está en la Universidad quizá porque está enfermo, o no vino a trabajar, o fue despedido… en el caso del museo londinense fundado en 1759 con una colección particular, las piezas que falta “están desaparecidas, robadas o dañadas”… vaya usted a saber.

Hace años algunas de las piezas que ahora descubrieron que eran del British Museum, aparecieron a la venta en www.eBay.com, pero, ni el director Neil MacGregor, ni la policía de Londres, ni los investigadores que acuden a las salas privadas, reportaron antes ¿o sí lo hicieron? Las piezas faltantes.

Los diarios ingleses señalan que autoridades policiacas han dicho que se trata de pequeñas piezas, que el total de lo desaparecido, robado o dañado, no llega a los 80 millones de euros. 

Lo único cierto, parece, es que hay un empleado despedido por este lío, se trata de Peter Higgs, 56 años (homónimo del físico que descubrió “la partícula de Dios”), un doctor en arqueología con especialidad en Grecia antigua y helénica que se dedicaba a escribir guías de exposiciones para el museo que cuenta con el hermoso e inútil “Gran Atrio de la Reina Isabel II” diseñado por el despacho de Norman Foster.

El hijo de Higgs ha dicho que su padre, empleado del museo desde 1993, está devastado porque su pasión es su trabajo.

Este lío se da en una de las ciudades con mayor cantidad de museos del mundo, en uno de los países de primer mundo que se cree capaz de sobrevivir sin la Unión Europea, en uno de los museos con mejor seguridad del planeta… ¿qué pasará en otros museos, de otras ciudades, de otros países que batallan cada quincena para cubrir la nómina de los empleados?

Las joyas que faltan, o que se cree que faltan, fueron realizadas en oro, con piedras semipreciosas y con vidrios de gran calidad hacia el siglo XV antes de Cristo.

Una vez más, la realidad supera a la ficción, muchas películas que partieron de anécdotas reales, lo confirman, como la impactante “The Monuments men”, de George Clooney, sobre el grupo élite de militares investigadores expertos en arte, que buscaron por años los tesoros robados por los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial; o la divertidísima “El duque”, de Roger Michell, la historia del taxista sesentón (Jim Broadbent) que roba una pintura de Goya para reclamar a la Corona más atención a los adultos mayores y que durante su juicio descubre que su hijo se dice culpable del crimen, el motivo es que no se cobrara a los adultos mayores la cuota obligada para tener acceso a la t.v. pública en 1961.

Hay muchas cintas sobre robos a museos, como “El secreto de Thomas Crown”, “Topkapi”, de Jules Dassin, con melina Mercouri (vaya equipo) sobre el robo de la daga en Estambul o “La mejor oferta”, con Geoffrey Rush. 

O la mexicana “Museo”, de Alonso Ruizpalacios, con Gael García Bernal, que narra el robo real al Museo Nacional de Antropología e Historia, de la Ciudad de México, en la Nochebuena de 1985.

Por cierto, si va en metro al British Museum, baje en la estación Tottenham Court Road, cuide su cartera.

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