La jornada electoral del 2 de junio resultó ser un ejercicio relevante desde diversos puntos de vista.
Pero lo más importante es el hecho de que hoy debemos empezar a seguir construyendo un país próspero y generoso, los mexicanos siempre hemos salido adelante sin importar el gobierno en turno y, hoy, no será la excepción.
Sin duda alguna, vivimos momentos políticos interesantes ante el hecho de que hoy, según los datos preliminares de la elección, tanto la presidencia de la república, como la gubernatura serán ocupados por mujeres.
Hoy, resulta evidente que las mujeres podemos ocupar cualquier puesto de elección popular, que hemos avanzado en esta materia y que aún queda mucho por hacer en este tema.
Otra realidad, es que debido a los resultados de la elección, el pueblo le ha otorgado el poder mayoritariamente a un solo partido, esperemos que exista la madurez política en quienes son parte de Morena para no caer en la tentación de repetir la historia que México vivió en décadas pasadas con el PRI.
En su discurso como presidenta electa Claudia Sheinbaum ofreció apertura para el diálogo con otras opciones políticas, esperemos que esto sea una realidad en los meses y años por venir.
Y precisamente hablando de opciones políticas, es importante, también, mencionar que la oposición llega muy debilitada a las cámaras del Congreso de la Unión, por lo que ahora se espera que quienes sean, o mejor dicho, seamos parte de esa oposición, trabajemos con rigor técnico, con apego a la legalidad, con plena conciencia del bien común pero también con una apertura para entender esta nueva realidad política.
En lo que se refiere a los partidos de oposición, resulta claro que a nivel federal prácticamente el único partido de oposición será Acción Nacional, lo que sin duda alguna conlleva una gran responsabilidad.
Este nuevo acomodo político permitirá que la mayoría, por sí sola, tenga el poder de cambiar la constitución y reconfigurar la organización del estado mexicano y de sus instituciones, lo cual puede ser utilizado a favor o en contra del pueblo, la mayoría legislativa decidirá cómo utiliza ese poder.
A Acción Nacional no le queda más que regresar a aquellos tiempos en los que sus legisladores eran los más preparados, los mejores oradores y quienes, con argumentos, defendían el estado de derecho y al pueblo desde tribuna. También nos tocará acompañar todas aquellas propuestas que sean benéficas para todos. Ninguno de los grandes problemas nacionales se terminará con un cambio de gobierno o la continuidad; exige el trabajo de todos, no podemos dejar de trabajar por un México mejor, la mayoría habló en las urnas pero la dedicación a construir un México mejor continúa.