Con la reciente desaparición física de Jorge Fons, el cine nacional pierde a uno de los directores más comprometidos con la crítica social. No en vano su filmografía comprende diversos temas, pero con una visión enfocada a destacar los aciertos y defectos de la sociedad mexicana.
A diferencia de otros directores, la obra de Fons se caracterizó por una búsqueda constante en los quehaceres de las distintas clases que predominan en nuestro país, presentando al mismo tiempo una galería de personajes emblemáticos, contradictorios y desvalidos que hacían más interesantes las historias en la pantalla.
Escoger una cinta como ejemplo de su estilo cinematográfico es difícil por la calidad de su estética, y porque además se requiere de mayor espacio. Debido a lo anterior estos cometarios se limitan a uno de sus primeros trabajos que lo perfilan como el director que consideraba la importancia del cine como la causa y el efecto de las acciones.
Caridad es una película corta, la cual por su duración vendría siendo un medio metraje, misma que forma parte de la cinta de las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Realizada en 1974 con otros dos directores: Alberto Bojórquez (Fe) y Luis Alcoriza (Esperanza). En dicho episodio una anciana rica (Sara García) sin proponérselo provoca una reacción en cadena, cuando en compañía de su chofer realiza un acto de caridad en una colonia miserable. Desde su auto lanza monedas a un grupo de chiquillos que juegan en un terreno lleno de tierra y lodo.
Dos de ellos se trenzan y uno queda descalabrado. El accidentado acude con su madre (Katy Jurado) y provoca un enfrentamiento con la otra progenitora (Estela Inda) De ahí el pleito se traslada a los padres: uno es mecapalero (Julio Aldama) y el otro zapatero (Pancho Córdova) Este último accidentalmente mata a su opresor y va a la cárcel.
Hasta ahí parece que todo termina, sin embargo, la trama da un giro inesperado y el rumbo que toma no es el de evidenciar la culpa de los niños, a quienes ambas progenitoras —cada una por su lado— no se cansan de maltratar, sino que se transforma en otra historia que es realmente terrible; la tragedia que padece la viuda para recuperar el cuerpo de su esposo. En crudas escenas la tramitología burocrática mexicana se muestra en su máximo esplendor, desquiciando a la desdichada mujer (Katy Jurado) por tener que ir de una oficina a otra en la inconmensurable Ciudad de México.
La cámara deja al descubierto la arrogancia, el desdén y sobre todo la indiferencia de esos oficinistas de medio pelo hacia una mujer de barrio, de fuerte personalidad, mal hablada, violenta, que en cada escritorio al que llega se va desmoronando poco a poco hasta convertirse en un ser frágil, poseída por el miedo y que se quiebra totalmente, cuando por fin cumple con el último trámite, pero le niegan que el cuerpo de su esposo vaya en un ataúd llevado a cuestas por su compadre también de oficio mecapalero.
Caridad es sin duda una pequeña obra maestra no solo visualmente, sino en su conjunto, y en el fondo es una crítica social a un sistema que a pesar de los años sigue afectando a los más pobres de México. Y queda también como testimonio de un genial director llamado Jorge Fons.
La película Caridad se puede ver en Youtube (https://youtu.be/3xaCnLbxsqs )
José Luis Vivar