Política

La urgencia de recuperar nuestra soberanía

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

El espantajo de una intervención militar –o sea, que fuerzas especiales de los Estados Unidos penetren el territorio nacional para emprender tareas que nuestro Ejército y nuestros cuerpos policiacos no han podido (supuestamente) consumar— lleva a que se invoque, como siempre, la sacrosanta soberanía.

Ahora bien, dicho sea de paso y con el perdón de ustedes, la invasión, así de fugaz como fuere, le caería, parafraseando al gran predicador de Macuspana, como “anillo al dedo” al régimen de doña 4T para concitar en torno suyo la fervorosa adhesión de todos los estadounimexicanos.

No parece muy probable, sin embargo, que Donald Trump llegue a esos extremos aunque el sujeto es tan errático e impredecible que no se puede descartar del todo que tenga lugar una incursión.

El tema, en sí mismo, es muy embarazoso para México, más allá de la violación del orden internacional –y, pues sí, de que el ataque sería un auténtico atropello perpetrado en contra de una nación soberana—, porque nos exhibe como un país que no es capaz de poner orden en casa.

Detrás de las bravatas de Trump y de unas amenazas no tan veladas se dibuja una realidad que nosotros, los habitantes de estas tierras, somos los primerísimos en sobrellevar, a saber, la de la violencia: asesinatos, extorsiones, feminicidios y secuestros en muchísimas comarcas hasta el punto de que un tercio del territorio nacional está ya en manos de las organizaciones criminales.

Hablando de soberanía, miren ustedes, nuestra patria, botín de los delincuentes y poblada por ciudadanos indefensos al haber renunciado el Estado al uso de sus potestades ¿qué tan soberana puede ser?

Esa soberanía, tan cacareada y materia del discurso patriotero de los demagogos es, antes que nada, una facultad ejercida por individuos libres y emancipados. Una persona obligada a pagar derecho de piso y, por si fuera poco, desamparada por unas autoridades coludidas con los delincuentes, es todo menos soberana.

La mejor manera, entonces, de conjurar el espectro de que extraños profanen con su planta nuestro suelo es emprender una gran cruzada para acabar con tan nefasto y adverso estado de cosas. De hecho, es la suprema responsabilidad del Estado. No más abrazos, por favor…


Google news logo
Síguenos en
Román Revueltas Retes
  • Román Revueltas Retes
  • [email protected]
  • Violinista, director de orquesta y escribidor a sueldo. Liberal militante y fanático defensor de la soberanía del individuo. / Escribe martes, jueves y sábado su columna "Política irremediable" y los domingos su columna "Deporte al portador"
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.