En el Parque Habana, ubicado en la 38 Norte, entre las calles Managua y Panamá de la colonia América Norte de la ciudad de Puebla, se localiza una fuente cuyo autor, el escultor oaxaqueño Jesús Corro Soriano, tomó como modelo a la fontana de san Miguel Arcángel que se localiza en el Zócalo de la Angelópolis, sólo que para evitar el plagio le hizo unas modificaciones.
A este surtidor, que se instaló 167 años después que la de san Miguel, la población erróneamente la considera como la hermana o melliza de la diseñada por uno de los arquitectos más famosos en la ciudad durante el siglo XVIII, Juan Antonio de Santa María de Inchaúrregui, y que fue tallada por los maestros Anselmo Martínez y José Francisco Rabanillo e inaugurada el 23 de junio de 1777.
La historia de la réplica de este icónico monumento de Puebla data del año 1932, cuando al originario de Huajuapan de León, una compañía inmobiliaria estadounidense le encargó diseñar y tallar una hontanal.
Tras acordar los detalles, precio y demás pormenores, se concluyó. Los contratantes cumplieron con el pago de la obra en su totalidad, solo que ésta no pudo ser trasladada al vecino país del norte debido a los conflictos que se vivieron durante la Segunda Guerra Mundial. En esa época fue imposible conseguir un transporte disponible para embalarla en cajas de madera a la ciudad de Houston, Texas.
Se cuenta que a pesar de la insistencia de Jesús Corro, padre del escultor poblano Jesús Corro Ferrer, por entregar el encargo, la empresa contratante omitió darle respuesta, por lo que entonces quedó bajo su resguardo.
En 1940, cuando se fraccionaba la colonia América Norte, los residentes buscaron un ornato para engalanar su parque, por lo que solicitaron a Corro su apoyo. Este les ofreció el hontanar terminado, solo les cobró por el traslado y la instalación. La obra arquitectónica fue inaugurada en 1944.
Desde ese momento la población empezó a nombrarla como de San Miguel (aunque en realidad carece de nombre), debido a que una y otra son prácticamente iguales, pues comparten los mismos diseños, dimensiones, altura y materiales, es decir, piedra de cantera.
De igual forma, se esparció el rumor que los habitantes de la colonia América Norte, de un nivel socioeconómico alto, se habían robado la fuente original y la llevaron hasta el Parque Habana, de ahí que la citaran como la de San Miguel.
Dimensiones y estructura
La fuente localizada en el centro geográfico de la ciudad tiene una forma barroca, esto es, semicircular con ángulos. La rodean tres escalones. En el centro una columna sostiene un tazón, el cual lleva en su centro, sobre una columna, la figura tallada en piedra de cantera del arcángel San Miguel, al cual se le encomendó la ciudad desde su fundación.
Sobre el tazón la rodean cuatro figuras, dos pequeños ángeles y dos tallas de adorno. Alrededor del tazón hay cuatro gárgolas de figuras místicas y bajo el tazón, a manera de soportes, hay cuatro ángeles, los cuatro distintos. Las figuras aladas bajo sus pies están pisando un animal tipo mitológico, tres con forma de perro y uno con forma de dragón.
Cada uno de estos cuatro ángeles sostienen sobre sus hombros una figura mitológica; dos sobre su hombro derecho y los restantes sobre su hombro izquierdo.
La fuente que se localiza en el Parque Habana, a unos seis kilómetros del centro de Puebla, se apega al estilo Art déco. Tiene las mismas dimensiones que la del Zócalo, al igual que su forma y sus tres escalones, pero en la base de su columna central muestra la fecha de 1944, la única inscripción que tiene.
En su parte superior también cuenta con la figura del arcángel san Miguel, salvo que este está sobre el lomo de la figura mitológica de una hidra de siete cabezas (la Hidra de Lerna era un antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala y aliento venenoso, a la que Hércules mató en el segundo de sus doce trabajos).
Como la original, también tiene un tazón sostenido por cuatro ángeles. En cuanto al ángel cambia por diferencias casi imperceptibles, mientras que al centro ambas tienen una columna de piedra sostenida por cuatro ángeles.
Sobre las diferencias de una y otra, en la de San Miguel Arcángel éste pisa una bestia como refiere la tradición judío-cristiana, en tanto que la réplica parece pisar un dragón. La del Zócalo tiene su cara principal hacia el norte, mientras que la del Parque Habana, hacia el oriente.
Los cuatro ángeles que sostienen el tazón en la del Zócalo tienen cara de niños, la del parque, tienen rostros de jóvenes más fornidos. Al igual que la del Zócalo, los ángeles de la fontana de la colonia América Norte también sostienen una figura mística, pero las cuatro sobre su hombro izquierdo.
Las cuatro figuras en ambas fuentes pisan un animal mitológico, con formas de perros o fieras salvajes, todas, bajo sus pies izquierdos. En la del Zócalo, dos de estos ángeles miran hacia el sur y dos hacia el norte; en la del parque Habana las cuatro miran en forma de cruz entre los puntos cardinales. En la fuente del Zócalo, san Miguel pisa las siete cabezas de la hidra, mientras que su réplica está sobre el lomo del animal, se muestra hacia el frente las siete cabezas de esta y revela su cuerpo completo.
En la fuente original, las gárgolas muestran una talla de un animal de extraña forma; en su imitación, las gárgolas tienen figuras de leones. En ambas, se encuentran cuatro ángeles que representan los cuatro rumbos del mundo y arriba de ellos hay una especie de bestia de agua que reflejaría los puntos cardinales: norte, sur, este y oeste.
Vale decir que Corro Soriano hizo modificaciones al diseño original para crear esta copia, pues creó una obra más alta y esbelta. Su intención fue darle mayor proporción pues no lucía como un “triángulo perfecto”, según los estándares artísticos.
La antecesora fue diseñada bajo una fuerte influencia del movimiento Barroco de la época, cuando predominaba la imitación de la naturalidad de la tela, las curvas y la fineza en los detalles. Mientras, la del artista oaxaqueño estuvo diseñada más ecléctica, presentaba mayor simetría, pero con figuras más rígidas.
Fuentes en la ciudad de los ángeles
La fuente de San Miguel no fue la primera que se instaló en la plaza mayor de la ciudad de Puebla, pues en 1557, junto a lo que ahora se conoce como el Portal Morelos, existió un manantial que sirvió para abastecer agua a las casas de zona que carecían de este recurso. Este surtidor fue sustituido en 1777 por la fuente de San Miguel Arcángel.
En 1873, cambió su ubicación al frente de la capilla de Dolores, también conocida como plazuela del Boliche, actualmente conocida como Plaza de la Mujer, con lo que se convirtió en la primera atracción que los turistas provenientes de Veracruz veían al arribar a la ciudad trazada “por los ángeles”.
Ahí permaneció hasta 1962, cuando regresó al Zócalo con motivo de los festejos del centenario de la batalla del 5 de Mayo, año en el que también se concretó la construcción de la autopista México-Puebla.
En su lugar se colocó una fuente oval con una garza erguida (elaborada por la compañía de mármol, ónix y talavera de la familia Betancourt), la cual fue retirada en 1984.
Cabe señalar que en 1961, el ayuntamiento de Puebla inició trabajos de remodelación en la plancha del Zócalo y el plan fue sustituir el quiosco de estilo árabe colocado en 1883. Ante ello, se planeó el traslado de la fuente desde San Francisco hasta el primer cuadro de la capital poblana, por lo que fue desmontada. Por último, Jesús Corro aprovechó para hacerle ligeras modificaciones. Le colocó una almohadilla de piedra a la columna para hacerla más alta y le añadió escalones.
AFM