Tras el accidente ocurrido en el municipio de Comonfort, en el oriente de Guanajuato, donde un tren impactó a un transporte de pasajeros y cobró la vida de cinco personas, familiares de las víctimas exigen justicia, la detención del conductor que se dio a la fuga y que la empresa responsable indemnice por las pérdidas humanas.
Entre las víctimas fueron identificados un hombre y cuatro mujeres; todos reconocidos por sus familiares a través de fotografías, una imagen que jamás será borrada de su memoria.
María del Carmen Torres Olivares es una de las víctimas. Madre de tres hijos y empleada doméstica, ese día salió a trabajar como de costumbre a San Miguel de Allende.
“Yo recuerdo a mi mamá trabajadora y responsable, que veía por sus hijos. Por eso pido que se haga justicia, por favor, que si alguien conoce a este sujeto —el chofer— que lo entregue, por todas las personas que sufrimos y por todos los heridos, porque aún hasta el momento hay personas graves y sus familias están con incertidumbre”, comentó su hijo mayor, Arturo Aguilar Torres, de 28 años.
Notivox visitó la comunidad de Los Morales, de donde eran originarias las víctimas. Vecinos aseguran que la imprudencia del conductor provocó el accidente, pues en varias ocasiones mostraba falta de atención al conducir y, el sábado, intentó ganarle el paso al tren.
“No uso regularmente el camión, pero sí conozco muy bien el comportamiento del chofer responsable: manejaba a las prisas y usaba el celular cuando iba manejando. Es lo que me enoja demasiado. Quiero justicia para mi mamá”, dijo indignado Aguilar, el mayor de los tres hijos que perdieron a su madre en el accidente.
La recordó como una mujer responsable y trabajadora, siempre pendiente de sus hijos, por lo que su ausencia será notoria cada día en su hogar.
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Un rostro en una fotografía
Lo ocurrido la mañana del sábado Arturo lo recuerda como si hubiera sido ayer. La impotencia al enterarse de la noticia mientras trabajaba en una gasolinera cercana a la comunidad lo hizo retirarse de inmediato, con la esperanza de que su mamá no hubiera abordado la unidad. No obstante, paramédicos le pidieron acudir directamente a la Fiscalía General del Estado de Guanajuato, pues el nombre y las características que él proporcionó no aparecían en el registro de sobrevivientes.
“Nos dijeron que los cuerpos ya se los habían llevado a la Fiscalía de Guanajuato, que necesitábamos informarnos en la Fiscalía de Comonfort (agencia). Ahí fue cuando mi hermano y yo la reconocimos por medio de fotos de los fallecidos; la primera foto que nos mostraron fue la de mi mamá”, relató.
Las lágrimas en ese momento no se pudieron contener. Mencionó que quedaron anonadados al ver a su amada madre con moretones y heridas en el rostro tras los golpes, y que aún les parece que ella solo se quedó trabajando en San Miguel de Allende y no regresó por un imprevisto.
Señaló que el presunto responsable se llama Jorge Palacios Zúñiga, originario también de Comonfort, quien, luego de salir ileso, se dio a la fuga y no ha sido localizado.
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Montserrat Mendoza, una apasionada por su carrera y el bienestar de todos
Otra de las víctimas que perdió la vida en este siniestro fue Montserrat Mendoza Mendoza, una joven de 25 años que apenas tenía un año de haberse graduado como psicóloga y ya ejercía su profesión dando terapias. Su madre, Gloria Mendoza Morales, coincidió en que lo ocurrido es reprobable.
“Esperamos que esto no quede impune, que se haga justicia, porque mi hija tenía 25 años, tenía mucha vida por delante. Ella era muy alegre, muy trabajadora, así que les pido a las autoridades de la manera más atenta que nos ayuden a que esto no se quede así”, expresó.
Explicó que su hija se dirigía aquella mañana a Celaya para una cita médica por problemas respiratorios. Recordó que Montserrat incluso pensó en cancelar el compromiso y se arrepiente de no haber insistido en que lo pospusiera.
“De hecho, me había dicho la noche del viernes, cuando regresamos de la calle, que estaba cansada y que quería cancelar la cita. Le respondí que como ella viera, que la atendieran la próxima semana, y dijo: ‘Depende de cómo me sienta y si no tengo mucho sueño’. Y sí se levantó; me mandó el último mensaje diciendo que sí iba a ir a su cita”, relató.
La señora Gloria, al recibir la noticia de sus vecinos sobre el accidente, acudió rápidamente al lugar porque sabía que su hija iba en ese camión. Los paramédicos la enviaron a los hospitales donde trasladaron a los heridos.
“Después mis familiares, que andaban buscándola en los hospitales, les dijeron que mejor fueran al Ministerio Público. Llegó mi hermana preguntando por sus características; les dijo que usaba un mallón negro y le confirmaron que había una persona con esas descripciones. Le mostraron la foto y me dijo que sí era mi hija”, recordó.
Ahora solo le queda su hijo de 19 años, con quien Montserrat tenía una relación muy cercana. Se apoyaban mutuamente en todo, por lo que Gloria se aferra a los bonitos recuerdos que guardará siempre en el corazón.
“Ella estaba muy alegre en estos días porque iba a la feria de San Miguel de Allende; se la pasaba cantando, riendo, en el día trabajando. Se dedicaba a dar terapias, siempre que llegaba una persona triste tenía palabras de consuelo, era muy optimista… con eso me quedo”, dijo.
Guadalupe Torres y su sueño de ser maestra, derrumbado
Guadalupe Torres Olivares, una joven de 28 años, soñaba con ser maestra, pero el accidente truncó sus aspiraciones.
Su madre, Amalía Olivares Hernández, relató que esa mañana su hija, la menor de cinco hermanos, se trasladaba a su trabajo en el centro de Comonfort, a unos 20 minutos de su comunidad. Laboraba en un cibercafé todos los días. Había pausado su ingreso a la universidad para cuidar a su padre enfermo de diabetes, quien comenzó a decaer, y ella se ofreció a ayudar a mantener el hogar.
“Su sueño era ser maestra, pero yo le decía: ‘Es que dicen que es muy caro’. Ella, hasta el último momento, fue buena niña, muy respetuosa con nosotros. Yo le decía que por qué no descansaba y nada más se reía”, recordó.
Agregó: “Uno quisiera ver que sus hijos se desenvuelvan. Yo le decía: ‘Ya te puedes ir buscando un trabajito, hija’. No bien preparada como uno quisiera, pero su prepa, gracias a Dios, la tienes, porque no cualquiera la tiene”.
Al igual que otros familiares, se enteró del accidente por los vecinos. Al llegar a reconocer el cuerpo, de inmediato supo que era su hija y rompió en llanto junto con su hermana que la acompañaba.
“Nos dijeron que fuéramos al Ministerio Público; llegamos y ahí estaba una bolsa que siempre cargaba, su bolsita donde traía sus cosas, todavía la traía colgada. Por eso supimos que era ella, porque en la foto sale muy golpeada”, relató.
La señora Olivares Hernández pidió a las autoridades justicia para dar con el paradero del operador y que se proceda conforme a lo que arrojen las investigaciones y marque la ley.
El día del hecho
El sábado pasado, habitantes de la comunidad reportaron al número de emergencias el impacto del tren contra la unidad de transporte. Minutos después arribaron al sitio elementos de la Policía Municipal y de la Policía Vial para acordonar la zona. Cabe destacar que el cruce no cuenta con pluma ni señalamientos, lo que representa un riesgo para quienes habitan en la comunidad La Nopalera.
En el lugar murieron: María Elena Valle Flores, J. Cruz Hernández Nieves, María del Carmen Torres Olivares, Ma. Guadalupe Torres Olivares y Montserrat Mendoza Mendoza.
Además, se reportaron cuatro lesionados que fueron estabilizados y trasladados al Hospital Comunitario de Comonfort y al Hospital General de San Miguel de Allende. De ellos, solo una mujer continúa hospitalizada en Celaya; tras una cirugía, su estado de salud se reporta como delicado.
