China limita el uso en sus redes de los equipos de telecomunicaciones de los proveedores europeos Nokia y Ericsson, mientras el presidente Xi Jinping impulsa la desvinculación de la infraestructura tecnológica crítica del país de Occidente.
Dos personas familiarizadas con el asunto aseguraron que los compradores de equipos de tecnología de la información respaldados por el Estado chino —entre ellos operadores de redes móviles, empresas de servicios públicos y otras industrias— empezaron a analizar y supervisar con mayor atención las licitaciones extranjeras.
Este proceso obliga a que los contratos de la compañía sueca Ericsson y la firma finlandesa Nokia se sometan a revisiones de seguridad nacional de “caja negra” por parte de la Administración del Ciberespacio de China, donde no se informa a las empresas sobre cómo se evalúan sus equipos.
Las revisiones del poderoso regulador de tecnología pueden extenderse tres meses o más. Incluso en los casos en que los grupos europeos finalmente obtienen la aprobación, las auditorías prolongadas e inciertas a menudo los dejan en desventaja frente a sus rivales chinos, que no se enfrentan a ese tipo de escrutinio, dijeron las fuentes.
“Si China actúa así por razones de seguridad nacional, la pregunta es por qué Europa no actúa de la misma manera aplicando el mismo criterio”, expresó una de las personas, que pidió no revelar su identidad
El esfuerzo de la nación asiática por restringir el acceso a proveedores europeos se produce después de una iniciativa similar en Europa, donde algunos gobiernos lanzaron advertencias contra la colaboración con gigantes chinos de las telecomunicaciones como Huawei y ZTE. Sin embargo, el impacto de estas peticiones ha sido limitado en la participación de mercado de las compañías chinas en el continente.
Las revisiones de seguridad nacional de China se producen en un momento en que el presidente impulsa una iniciativa de autofortalecimiento que tiene como objetivo reemplazar amplias franjas de tecnología extranjera. El mes pasado, con sus pares ruso Vladímir Putin, y norcoreano, Kim Jong-un, a su lado, Xi declaró que China “no teme al poder ni a la coerción”, ya que “se mantiene firme y autosuficiente”.
Ley de ciberseguridad
Los esfuerzos de Pekín por eliminar gradualmente los equipos europeos se intensificaron después de la actualización de la ley de ciberseguridad en 2022, que exigía a los operadores de “infraestructuras críticas de información” que sometieran a la revisión del órgano regulador, la Administración del Ciberespacio de China (CAC), cualquier compra con posibles riesgos de seguridad para el país.
Los compradores del Estado de equipos de telecomunicaciones ahora exigen a los postores que incluyan documentación detallada sobre cada componente de sus sistemas y la parte de contenido local, de acuerdo con personas familiarizadas con el proceso, y señalan que grupos extranjeros incluso incluían detalles de las iniciativas de investigación y desarrollo chinas para impulsar sus aplicaciones.
Los clientes envían los paquetes detallados a la CAC para su aprobación, que los revisa y notifica directamente a los compradores del Estado si pueden proceder con las compras.
Las crecientes restricciones de ventas por parte de Pekín provocaron el desplome de la participación de mercado en conjunto de Ericsson y Nokia en las redes de telecomunicaciones móviles de China a alrededor de 4 por ciento el año pasado, desde el 12 por ciento que ostentaba en 2020, de acuerdo con información del analista Stefan Pongratz, del proveedor de investigación Dell’Oro Group.
Ambas compañías reportaron una disminución en sus ingresos en China, con una caída de dos dígitos para el caso de Nokia en el país asiático a partir de 2023.
“Es tan lento que incluso las migajas de participación de mercado que (las compañías europeas) obtienen de las principales licitaciones a menudo se transfieren a proveedores chinos”, señaló una de las fuentes.
“Amenaza existencial”
La Cámara de Comercio de la Unión Europea en China declaró recientemente que los requisitos de localización en tecnología de la información y telecomunicaciones representan una “amenaza existencial” para los grupos de tecnología del continente. Casi tres cuartas partes de los que respondieron en la reciente encuesta a sus miembros afirmaron que las restricciones les hicieron perder clientes.
Los responsables políticos europeos también expresaron su preocupación por la seguridad de los proveedores de telecomunicaciones chinos, advirtiendo sobre riesgos de espionaje y posibles accesos por puertas traseras. Sin embargo, la mayoría de las capitales se tardaron en imponer prohibiciones, disuadidas por el bajo costo de los equipos chinos y el deseo de evitar provocaciones en Pekín.
Aproximadamente cinco años después de que la Comisión Europea instó a los Estados miembros a prohibir a proveedores de alto riesgo como Huawei y ZTE, solo 10 de los 27 países del bloque habían introducido restricciones hasta junio de 2025, según la firma de investigación regulatoria Cullen International.
Huawei y ZTE han conservado entre 30 y 35 por ciento del mercado europeo de infraestructura móvil, solo entre 5 y 10 puntos porcentuales menos que en 2020, según muestran los datos de Dell’Oro Group.
Alemania tiene 59 por ciento del equipamiento 5G instalado procedente de grupos chinos, según John Strand, de Strand Consult, aunque el país planea retirar gradualmente algunos equipos de proveedores chinos de alto riesgo para 2029.
“Todos los equipos de red móvil en Berlín son chinos”, dijo Strand. “Alemania tiene grandes industrias, como la química y la automovilística, que no quieren que sus relaciones con China se vean afectadas”.
Ericsson y Nokia declinaron hacer comentarios. CAC no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.