Política

El desvisadero

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Quizá la cancelación más sonada de una visa ha sido la de Gustavo Petro, el presidente de Colombia y cocainómano empedernido que se paró en Times Square con megáfono en mano a pedirle a los soldados gringos que, en alusión a Gaza, desobedecieran las órdenes de sus superiores. Acto seguido, Daniel Quintero, alcalde de Medellín, se enredó en la bandera y escribió en sus redes sociales: “Pueden quedarse también con la mía. Estoy orgulloso de mi presidente”. Ni tardo ni perezoso, el encargado de América Latina en el Departamento de Estado, Christopher Landau, le contestó: “A la orden”.

Landau, hijo de diplomáticos, recorrió y vivió en no pocos países al sur del Bravo en su juventud. Habla excelente español y entiende la cultura latina y, por sus frecuentes y elogiosos comentarios alrededor de nuestra gastronomía y geografía cuando fue embajador en nuestro país, me atrevería a decir que hasta la aprecia. Pero que nadie se llame a engaño, que la máxima del presidente Teddy Roosevelt parece quedarle como traje a la medida: cuando, a principios del mes en curso, una de las voceras del actual régimen aludió mezquina y falsamente a una relación homosexual entre el secretario Marco Rubio y Eduardo Verástegui, alguien comentó que “ojalá que @ChrisLandauUSA ahora sí le quite la visa”, ante lo cual Landau respondió subiendo a sus redes sociales una sonriente foto suya detrás de un letrero que lo identificaba como El Quitavisas. A partir de ese momento épico el funcionario se apropió cabalmente del mote en unas interacciones tan frecuentes como inusualmente personales y directas en las redes sociales.

La medida parece no ser arma exclusiva del ex embajador: el primer campanazo desde el Departamento de Estado fue en mayo pasado para Marina del Pilar, la gobernadora morenista de Baja California. Al también morenista y alcalde de Puerto Peñasco, Sonora, Óscar Eduardo Castro, y a Juan Francisco Gim, alcalde morenista de Nogales, Sonora, se las retiraron por razones igualmente desconocidas. Y, apenas este pasado viernes por la noche, el diputado Mario López Hernández, dos veces ex alcalde morenista de Matamoros y cercano al gobernador Américo Villarreal, fue detenido por cerca de 15 horas, interrogado y regresado a México sin visa ni explicaciones cuando intentó cruzar por la garita de Brownsville.

Háganle como quieran, pero es prerrogativa del gobierno de Estados Unidos expedir o no visas, o cancelarlas en cualquier momento, por las razones que sean, sin posibilidad de mediación y sin dar explicación alguna. Por lo mismo, a menos que les estrellen la dignidad en la frontera, es imposible saber el estatus migratorio de los muchos políticos y funcionarios públicos del nuevo partido de Estado en México bajo sospecha de tener queveres con el crimen organizado. Y, también por lo mismo, es evidente que hoy se necesita mucho menos que alguna posible alianza con el narco, vaya, que la sospecha fundada de delitos concretos, para infundir un miedo terrible en los corazoncitos nacionales tan enamorados del discurso vetusto, masiosare y nacionalista de los años 70 como del shopping de temporada.


Google news logo
Síguenos en
Roberta Garza
  • Roberta Garza
  • Es psicóloga, fue maestra de Literatura en el Instituto Tecnológico de Monterrey y editora en jefe del grupo Notivox (Notivox Monterrey y Notivox Semanal). Fundó la revista Replicante y ha colaborado con diversos artículos periodísticos en la revista Nexos y Notivox Diario con su columna Artículo mortis
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.