Política

Claudia Cardinale: de la maternidad silenciada al derecho a la independencia

La diva del cine Claudia Cardinale fue conocida como la Novia de Italia, pero pocos supieron de su labor como embajadora de paz.

La actriz, quien falleció en Francia el pasado 23 de septiembre, tuvo sin duda una gran trayectoria en la pantalla grande, donde pudo demostrar su talento y lucir su belleza en más de 150 películas durante sus seis décadas de carrera en Europa, como “8½” y “El gatopardo”. También protagonizó cintas de Hollywood como el clásico “La pantera rosa”.

Hoy, tras su deceso, se reconoce sobre todo la carrera artística de la estrella de nacionalidad italiana. Pero es necesario destacar su menos célebre papel como Embajadora de Buena Voluntad de la Unesco desde 2000, donde trabajó en favor de los derechos de las mujeres y el medio ambiente a través de su fundación.

Nacida en Túnez y de formación francesa, Claudia Cardinale promovió la mejora de la vida de niñas y mujeres mediante la educación, un activismo que ejerció con la misma devoción que el arte al que consagró su vida.

Es de suma importancia reconocer su labor justo ahora que los medios deciden relanzar las notas sobre la maternidad silenciada de Cardinale mientras se niegan a dar el debate de fondo que es el estigma hacia la violación y los embarazos producto de éstas. Claudia fue violada a los 17 años y quedó embarazada como resultado de dicho ataque.

En consenso con su familia decidió continuar con el embarazo y, en acuerdo con el productor Franco Cristaldi (quien más tarde sería su marido), presentó a su hijo Patrick como su hermano menor. No se habló de la violación para no afectar su entonces ascendente carrera. Incluso, cuando una filtración de la prensa reveló que en realidad era su hijo, se refirió a su embarazo como “un desliz de juventud”. Pasaron décadas para que en su biografía diera a conocer la agresión sexual de la que fue víctima.

Este fragmento de su historia ha sido ampliamente recordado desde su muerte a pesar de que, en 2018, cuando fue entrevistada en Domenica In, la actriz se negó a abordarlo de nuevo: “De esto no quiero hablar, pero sí de que soy embajadora de la Unesco y cuido de mujeres y niños. Además, lucho contra la pena de muerte junto a Amnistía internacional”.

Al parecer ni esta faceta ni su apoyo invaluable en causas humanitarias ha sido retomado como debería. Porque el morbo sobre una víctima de violencia sexual vende más, porque aquellos que se escandalizan de su maternidad silenciada deberían de ser los que sintieran vergüenza cuando callan en el momento que es denunciada una agresión.

Así que es buena ocasión no sólo para recordar sus películas o su vida privada. Es momento de no silenciar el mensaje que lanzó al mundo en 2017 en apoyo al #MeToo.

“Aún no han aprendido a aceptar nuestra emancipación, el derecho a la independencia que hemos conseguido a través de tantas batallas (…) No te perdonan que quieras dejar de pertenecerles”.

Así, Claudia Cardinale entendió que la realidad cruda sobrepasa la pantalla.


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Sarai Aguilar Arriozola
  • Sarai Aguilar Arriozola
  • Doctora en Educación, máster en artes, especialidad en difusión cultural
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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