Aunque las motocicletas han sido siempre un medio de transporte útil en nuestra metrópoli, fue en 2020, con el inicio de la pandemia de covid-19, cuando, ante la imposibilidad de que los restaurantes y negocios de venta de comida trabajaran con normalidad, la entrega de alimentos a domicilio dejó de ser una opción para convertirse en el común denominador.
Entonces proliferaron las motocicletas de bajo cilindraje, vehículos ligeros que hoy en día son operados por miles de personas y muchas de ellas desafiando al peligro.
A la larga lista de problemáticas que tiene nuestra ciudad metropolitana, sin duda en los últimos años se unió este elemento creciente en número y en peligro.
Es común ver a nuestro alrededor motos dando cerrones, pasándose rojos, jugando carreras o por lo menos conducidas por personas que no usan casco, chamarra especial u otras medidas de seguridad.
Aunado a esto, apenas el dos por ciento de estos vehículos ligeros tiene un seguro, ya que las compañías se niegan a otorgarlos por el bajo costo a garantizar.
Todos los días en tiendas departamentales, tianguis o directo de un propietario a otro, jóvenes y adultos adquieren una motocicleta y en su mayoría lo hacen sin placas, tarjeta de circulación, licencia o seguro contra terceros.
Hace semanas se aprobaron reformas a la Ley de Movilidad, pero éstas parecen estar enfocadas solo en multar y hacer operativos, situación que no resuelve de fondo el grave riesgo que vivimos todos los días.
Los accidentes han aumentado más del 150 por ciento en los últimos meses, también se incrementaron los robos, asaltos y hasta ejecuciones cometidos a bordo de motos robadas.
Si bien las medidas adoptadas son populares y no resuelven de fondo, esto no nos debe llevar a la inacción.
Así que entre todos habrá que hacer conciencia, porque multar o reducir el uso de estos vehículos es irse a la fácil.
Sería mejor construir un carril especial como en otras ciudades y promover el uso responsable de la moto, lo que aliviaría un poco, si lo hacemos bien, el gran problema de movilidad que enfrentamos.