Isaac Braham es un tatuador orgullosamente lagunero que ha creado un estilo único basado en la nueva escuela con elementos mexicanos, que lo han llevado a recorrer diferentes países del mundo dejando tinta en la piel de todo tipo de personas.
Fue hace 24 años, en un Torreón lleno de prejuicios hacia la gente con tatuajes, que decidió dedicarse de lleno a este arte centenario y plasmar sus creaciones.

“Empecé como aprendiz, en ese entonces yo estudiaba Diseño Gráfico, tenía bases de dibujo, desgraciadamente no terminé la carrera, pero aprendí la técnica del tatuaje, que era una práctica casi clandestina”.
Aquella decisión era mal vista porque entonces, no había clientes por la discriminación por parte de la sociedad, instituciones y empresas, no contrataban a nadie que llevara una marca en la piel.
“En ese momento, si estabas tatuado era sinónimo de ser delincuente o drogadicto, pero poco a poco se fue abriendo la mente de las personas a este tema”.
El camino
Para Isaac, la presencia de tatuadores en programas de televisión comenzó a abrir el panorama y derribar los tabúes que se tenían muy arraigados.
“Llegó un boom con el internet, vinieron los programas de tatuajes con realitys shows, que ayudaron mucho para que la gente perdiera ese mal concepto del tatuaje”.
Recordó que con un año y medio como aprendiz en un estudio, decidió independizarse y construir su propio espacio con sus reglas y progresar a su ritmo, siempre con constancia y disciplina.
“Me costaba respetar las reglas de otro artista, siempre hay una lucha de egos que no deja crecer, y fue así que decidí fundar mi propio estudio”.
Ese inicio no fue fácil; sin embargo, poco a poco fue ganando reconocimiento entre la gente que en aquel entonces se tatuaba, en su mayoría jóvenes que pertenecían a las tribus urbanas.
“Los cholos de la esquina, roqueros, metaleros, punks, skates, uno que otro policía, yo nunca pensé en tatuar a un doctor, un abogado, un maestro, casi no teníamos clientes como ellos”.
Estilo y Raíces
El talento de Isaac Braham en sus inicios, lo llevó a Estados Unidos, donde convivió con migrantes que estaban orgullosos de sus raíces. Fue ahí cuando empezó a crear un estilo, que con el paso del tiempo evolucionó.
“Los mexicanos no querían el tradicional americano con águilas, tréboles, herraduras, entonces dije voy a hacer mis diseños con base en el estilo americano con elementos mexicanos”.
En su libreta comenzó a dibujar iconos de la cultura mexicana como calaveritas de azúcar, máscaras de luchadores, muñecas mazahuas, entre otros. “Quienes no podían venir a México se empezaron a tatuar estas imágenes como un recuerdo de sus raíces”.
Logros
A su regreso a México empezó a representar a Torreón y a La Laguna en eventos nacionales y fue así que llegó el primer premio en la Expo Tatuaje de San Luis Potosí.
Anteriormente, había ganado un concurso de dibujo, pero este premio a un tatuaje de su autoría lo comenzó a proyectar nacional e internacionalmente.

Gracias a su trabajo ha viajado a Europa, Sudamérica e incluso a China, donde ha sido el único mexicano en expos de nivel mundial y siempre orgulloso de ser lagunero.
“A veces me preguntan si soy de Monterrey, Guadalajara o Ciudad de México y se sorprenden porque les digo que soy de Torreón, de donde es el Santos Laguna”.
Ese amor por Torreón y por México lo ha plasmado en su arte, el cual siempre está en constante cambio y evolución, pero guardando su esencia. “Me encanta decir que soy de aquí, me gusta mi ciudad, pienso local pero actuar global, salir y regresar, crear un progreso y formar parte de él”.
Crecimiento constante
Su acercamiento a otros tatuadores dentro de las tendencias más innovadoras le dieron nuevos conocimientos que decidió implementar con sus clientes.
“Fui corresponsal de una revista de tatuajes, eso me permitió entrar a las expos en Estados Unidos y fui conociendo todos los productos que aquí no se vendían”.
Esto hizo que su nivel en el arte en piel se expandiera y llegara a más lugares, sobre todo a personas que nunca pensó tatuar. “Ahora se acercan deportistas, abogados, doctores, políticos, actores hasta líderes religiosos, que yo no podía creer: la gente que tanto nos discriminó por años ahora nos buscaba para tatuarse”.
Este cambio revolucionó la industria, pues más artistas locales comenzaron a emerger e Isaac Braham se ha mantenido vigente con su estilo único.
Laguna Ink
Con 11 ediciones, Laguna Ink se convirtió en la primera y única convención de tatuaje en Torreón, pero, este año hará una pausa, pues el fundador de Indeleble Tattoo, se enfocará en el nacimiento de su hijo.
Todo empezó como un sueño que se hizo realidad. Isaac buscó a las autoridades y artistas nacionales e internacionales, formó un foro para que las bandas alternativas se presentaran. “El primero lo hice cuando aún había mucha discriminación, hermetismo de las autoridades, pero todas las ciudades importantes del mundo tienen su convención, y dije, en Torreón tiene que haber una y yo la tengo que hacer”.
Aquello se materializó, además de proyectos con un enfoque social con las mujeres que padecieron cáncer o para apoyar al Teletón a través de tatuajes con causa.
Braham sigue vigente, su arte sigue en la piel de muchas personas alrededor del mundo, su orgullo lagunero está presente y busca dejar un legado que continúa derribando tabúes y paradigmas.
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